lunes, 14 de julio de 2014

¿Me la Pongo o me la Quito?

    Rato tenía que no venía por estos lares... Si no era una cosa, era otra, y supongo que volverán a ser... Pero hoy, hoy he visto algo que, simplemente, hizo que mis dedos vinieran solitos al teclado. Fue un video que compartieron en Facebook, de una chavita que no sé ni quién es, que ilustró muy bien un tema que últimamente viene con todo (mejor dicho, con todas.)
 Échenle un ojito y ahorita lo platicamos.

http://sfglobe.com/?id=1659&src=share_fb_new_1659

¿Ya regresaron? Muy bien. Está padre el video ¿verdad? Yo si le di "share", la verdad... y luego, luego me puse a pensar un poquito más. Por una vez, mi wasted-mom-brain no hizo interferencia (yay!) y me acordé de algunos comentarios que me han llegado a lo largo de los años: "Estarías taaaaaan bonita si te pintaras...", "¿Por qué no te arreglas un poquito más?", "Qué bueno que no te pintas, amiga... así eres súper genuina," y, uno de mis favoritos, "Ni pa qué te pintas como esas que nada más quieren atrapar a un hombre." Okay, let THAT sink in for a bit...
¿Ya? Muy bien. De todas estas perlas de sabiduría, no me quedo con ninguna. La verdad es que yo no me pinto por huevona. Y no porque me dé hueva pintarme, sino todo lo contrario: me dá hueva despintarme. Soy malísima para ponerme cremitas, hacer abluciones nocturnas y toda clase de "girlie" things que la mayoría de mis amigas hacen ya sin pensar siquiera.
 Fuera de la hueva, la neta me veo muy bien cuando estoy pintada... pero también me veo muy bien cuando no lo estoy (me vale lo que digan mis tías y mi abue adorada). Y he ahí el truco. Como dijo la señorita de la canción "Do you like yourself?" Eso es lo que nos trae mareadas a todas.
 Me han llegado perlitas como las ya mencionadas, igual que las de las feministas: "Píntate para tí. Porque a tí te guste." ¿Y si no me gusta? "Arréglate para sentirte mejor respecto a tí." ¿Y si soy feliz en pants y sudadera? El problema aquí es que asumen que a todas nos gusta pintarnos y arreglarnos.
 La triste realidad, me parece a mí, es que (basada en mis oCservaciones personales) la mayoría de las mujeres no nos acicalamos para gustarnos a nosotras mismas, y mucho menos a  los hombres que, la neta, a ellos, mientras las teclas estén en su sitio lo demás les importa bastante poco. ¡Nos arreglamos para que las demás mujeres no nos critiquen!
 El día que me cayó ese veinte (de los antigüitos) tuve que pausar y recoger mis chones del suelo. Se me movió el piso - no tanto como en el temblor del '85, pero no estuvo tan lejos. ¿Cómo es posible? Si las mujeres nos apoyamos entre nosotras incondicionalmente ¿qué no? Pues no.
 Por ahí dicen que no hay nada peor que una mujer despechada. Difiero. Es muuuuuucho peor una vieja envidiosa. O una tipa juzgona. Porque, lejos de apoyar a nadie, la deshacen.
 "¿Ya viste las fachas que trae Fulanita? ¡Cómo se atreve a venir así a la oficina!" o a la fiesta, o al súper... O el típico "No tendrá espejo en su casa, pobrecita..."
 Los que me conocen deben de estar, en este momento, preguntándose si no me sangraron los dedos cuando escribí lo anterior... la verdad es que soy bieeeeeeen víbora. El problema no es cuando viboreas a alguien con tus amigochas. El problema es cuando lo haces con alguien que no conoce bien a la otra persona, o pintas de un color desagradable las impresiones de alguien más. Y eso se dá mucho más de lo que queremos imaginarnos.
 Me acuerdo, hace muuuuuuuchas lunas, cuando empecé a trabajar de Miss de primaria, el choro que me echó la directora. Empezó por decirme que tenía que estar a todas horas peinada y pintada, así fuera nada más al súper porque "Te puedes encontrar a unos papás del colegio y ¿qué van a decir?" de ahí, obviamente, se siguió con toda clase de comportamientos que había que observar, vestimentas apropiadas y demás... Yo, lo único que podía ver en todo ésto,  era cómo la mujer tenía todos los pelos de las piernas aplastados por las medias. ¡Orejón llamó el burro al caballo! Al final del día, era muy su bronca si se quería rasurar las patas o no pero entonces que no me esté diciendo cómo me tengo que arreglar ¿me explico?
 En otra ocasión, una de mis alumnas en una empresa se quejó de que no iba a dar la clase "lo suficientemente arreglada". Ajá. ¿Qué significa eso exactamente? Cualquiera diría que me presenté en shorts y ombliguera, cosa que jamás hice. Nooooo, ya averiguando, es que no me maquillaba. Pues bueno, si yo me puedo dar el lujo y ella no ¿qué?
 Un último ejemplo. Por allá en las épocas del cuplé, cuando estaba yo en secundaria o prepa, entró una miss nueva de física que, un día que hacía un calor que se caían los pájaros, se le ocurrió ir a trabajar de bermudas. ¡Bueno, la que le armaron a la pobre mujer! Hagan de cuenta que había ido en slut-shorts y un top de bikini o algo parecido. Como es de esperarse, jamás volvió a usar nada que no fueran jeans.
 Ahora ¿por qué alguien no puede ir a trabajar sin una tonelada (o media) de maquillaje? "Aunque sea ponte un poquito de rimmel," dicen. ¿Por qué se tiene que ir a huevo de traje sastre? Ah, pues porque a las mujeres no les gustan las mujeres que resaltan (hablo del grueso de las mujeres, que hay las honrosas excepciones). Es como cuando en un rebaño una oveja es distinta, las demás la ostracizan y la sacan del grupo. Y, mientras más diferente es, más la castigan.
 Entonces ¿qué les parece si nos ponemos de acuerdo? Está maravilloso que vuelen por ahí todos los mensajes de "Sé tu misma," "Que no te importe lo que digan," "Quiérete por quien eres," y demás; pero esos mensajes no significan nada, ni van a cambiar algo, hasta que todas digamos "Basta. Que se ponga lo que quiera, se maquille como le dé la gana - o no se maquille - y, si quiere ponerse un perico en la cabeza, que lo disfrute."
 Girl power? Yeah... not yet.